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El sector sanitario busca mejorar la difusión de los biosimilares

El 28 de enero la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), en colaboración con la farmacéutica Hospira, organizó en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid la jornada Medicamentos biológicos originales y biosimilares en España: la visión de los pacientes, la administración y los profesionales sanitarios. Un debate en el que había representantes de todos esos ámbitos y en el que una de las principales conclusiones fue la de que se necesita impulsar una mayor difusión e información sobre los biosimilares, ya que representan otra opción clínica y, de paso, toda una oportunidad de ahorro para los servicios de salud.

En la mesa de debate se encontraban el Dr. Fernando de Mora, profesor del departamento de Farmacología, Terapéutica y Toxicología de la Universidad Autónoma de Barcelona y consultor académico internacional en Regulación y Mercado de Biosimilares; el Dr. Federico Díaz González, director de la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y reumatólogo del Hospital Universitario de Canarias; Carolina González Criado, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios del Servicio Galego de Saude (Sergas); Antonio Ignacio Torralba, presidente de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis); y Alipio Gutiérrez, presidente de la ANIS.

Los fármacos biológicos (aquellos que se desarrollan mediante técnicas de biología molecular) han aumentado las opciones de tratamiento de enfermedades graves oncológicas e inflamatorias, entre muchas otras. Sin embargo, la utilización creciente de estos medicamentos ha disparado la factura farmacéutica: “Cerca del 30% del gasto sanitario se emplea en su adquisición”, aseguró Federico Díaz González, unos 1.350 millones de euros, aproximadamente.

Según los ponentes, esa cifra podría recortarse notablemente con el empleo de biosimilares, equivalentes a los originales en eficacia y seguridad y de menor precio (entre un 20% y un 30% más baratos). Sin embargo, estos medicamentos todavía no han calado en España, porque la mayoría de patentes aún no hay expirado y su penetración en el mercado es escasa. Además, sigue existiendo cierto desconocimiento sobre qué son y en qué casos pueden utilizarse. De momento, el ahorro económico y el acceso de un mayor número de pacientes a tratamientos biotecnológicos están sólo esbozados.

En opinión de Fernando de Mora, ese rechazo se debe en parte a que a nivel informativo los biosimilares se equiparan a los genéricos. “Un biosimilar tarda en desarrollarse entre 8 y 12 años, y su precio oscila entre los 80 millones y los 200 millones de euros”, mientras que el de un genérico “ronda el millón”. Y añadió: “Los biosimilares deben someterse a ensayos clínicos para demostrar que no hay riesgo, por eso se debe incentivar su uso”.

“Debemos hacer un esfuerzo por ir haciendo cultura y difundir entre nuestros equipos gestores, profesionales sanitarios y nuestro usuarios todos los aspectos relacionados con su autorización y registro para despejar cualquier tipo de duda o inquietud”, afirmó Carolina González Criado durante su intervención.

jose a plaza
japlazajaplaza@gmail.com