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Comunicación científica, un valor en alza

De las muchas definiciones que he buscado por la red sobre el término “comunicación científica”, la más común que he encontrado es la de “sistema por el cual científicos e investigadores crean, distribuyen, usan y conservan sus trabajos”. Pero se queda corta, muy corta. Para que nos entendamos, voy a contextualizar: el pasado 20 de septiembre, la Asociación de Comunicadores de Biotecnología celebró su tercer congreso anual en Barcelona. Durante el congreso, al cual asistí como socio y moderador de una ponencia, empecé a percatarme de la magnitud que está adquiriendo el sector de la salud, la ciencia y la biotecnología. En consecuencia, muchos licenciados en periodismo y profesionales de los medios de comunicación están optando por especializarse en el campo de la comunicación científica como una salida profesional interesante y con una gran proyección en un futuro no muy lejano. No es extraño, pues, que existan diversas entidades que agrupen a científicos, periodistas y consultores de comunicación que se han especializado en el sector de la comunicación médica, farmacéutica, o en llevar la comunicación de nuevas startups en el emergente sector biotecnológico. Sin ir más lejos, en Catalunya podemos encontrar entidades como la Associació Catalana de Comunicació Científica.

Comunicación científica

La comunicación científica es un valor en alza

Por otra parte contamos con una ciudad, Barcelona, que ya es un referente estatal y que si el próximo 20 de noviembre es designada como sede de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), se convertirá en punto de referencia mundial. Además, instituciones como Biocat, el Parc Científic de la Universitat de Barcelona, el sincrotrón ALBA o la  fundación público-privada Biocat han convertido a esta ciudad postolímpica y su área metropolitana, en un referente europeo sin lugar a dudas.

Pero hablemos de datos: a día de hoy el mercado de la biotecnología, por citar un ejemplo, supone más del 10 % del PIB español, una cifra nada desdeñable. Por lo que está claro que la comunicación científica es un valor en alza, sobre todo para los profesionales de la comunicación corporativa que tienen el reto de saber comunicar bien a periodistas y a la sociedad sobre los avances en salud, ciencia y tecnología de forma precisa y amena.

 

Juan Pablo Torrents-Faura, consultor en JPC comunicación. Socio de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología

Artículo publicado en Expansión el 27 de octubre

 

Juan Carlos Esteban
jcestebans@gmail.com