24 Feb ¿Comunicar sobre biotecnología? ¡Apóyate en los expertos!
La comunicación y divulgación de la ciencia para alcanzar al público no especializado presenta retos bien conocidos. Conseguir atraer el interés del respetable mediante historias o contenidos que les resulten cercanos, sugerentes o atractivos, haciendo inteligibles conceptos a menudo complejos, pero combinándolo a la vez con el máximo rigor para que la información transmitida no de pie a malas interpretaciones, a menudo no resulta sencillo, y es una de las claves para el éxito final de la divulgación en ciencia.
En el caso concreto de la biotecnología, a estos desafíos genéricos se unen factores adicionales, como pueden ser la existencia de percepciones y opiniones no siempre positivas (por decirlo suavemente) por parte de determinados sectores de la sociedad y grupos de presión ante los avances científicos en este campo. La manipulación de los organismos vivos, por más que constituya uno de los sellos distintivos de lo que nos hace específicamente humanos (al menos del Neolítico en adelante), según cómo se presente puede adquirir connotaciones inquietantes, suscitar sospechas y teorías conspiranoicas, y, en resumen, dar miedo. Conseguir cambiar este tipo de dinámicas debe ser posible, presentando los hechos y las tecnologías como son, libres de ideologías, y en base a las evidencias científicas disponibles en cada momento (que bien sabido es, van cambiando con el tiempo). Y cuando sea necesario asustar a los niños (y a los adultos), habrá que hacerlo, pero sobre una base científica contrastada.
Para conseguir la máxima eficacia en la transmisión del mensaje es por tanto esencial combinar por un lado la capacidad de “contar historias” y transmitir información con un lenguaje llano, comprensible y ameno, habilidad que todo divulgador debe acarrear en su caja de herramientas personal, con el conocimiento técnico y científico específico necesario para que dicha información se transmita con absoluta fidelidad a la materia tratada, sin atajos, medias verdades, simplificaciones excesivas ni distorsiones (en la medida de lo posible: a nadie se nos escapa que a menudo hay que hacer cesiones para conseguir que el mensaje llegue, y para que además tenga cabida en un espacio determinado).
En este sentido, mi recomendación para todos los que os dedicáis a actividades de divulgación y comunicación de la biotecnología, es que os apoyéis en los expertos cada vez que lo necesitéis. No lo dudéis. No seáis tímidos. No temáis abusar. También nosotros, los científicos, cuando nos enfrentamos a un tema del que no tenemos experiencia directa, acudimos a otros colegas para conseguir información actualizada y veraz.
¿Y dónde están esos expertos? Muchos de vosotros tendréis con seguridad una nutrida agenda de contactos en el mundo de la investigación, pero para aquellos a los que les venga bien una ayuda, conviene que seáis conscientes de la existencia de agentes como la Sociedad Española de Biotecnología (SEBiot), que constituye una importante plataforma de acceso al conocimiento especializado, al aglutinar una muy importante representación del mundo de la investigación en biotecnología, tanto de universidades como de centros de investigación del CSIC y otras instituciones, hospitales y organizaciones privadas.
La SEBiot tiene ya una existencia de más de 30 años, y está presente en todas las comunidades autónomas de nuestro país. Encontraréis aquí expertos en todas las materias relacionadas con la biotecnología, o como comúnmente se conoce, de todos los colores de la biotecnología, desde las aplicaciones en salud a las industriales, la biocatálisis, la ingeniería bioquímica, la biorremediación y el medio ambiente, la microbiología aplicada, las aplicaciones en la agricultura, en la alimentación, la bioinformática y tantas otras. Algunos de esos expertos son incluso personas agradables y de buen trato (al menos ninguno ha mordido nunca a ningún periodista, que se sepa).
En resumen, cuando no os alcance vuestro propio conocimiento, cuando busquéis información adicional a la que podéis encontrar por otros medios (¡ay, esa bendita Wikipedia! ¿qué haríamos sin ella?), o cuando no tengáis suficiente con vuestros contactos personales, acudid a las entidades existentes que os pueden remitir a los expertos que os ayudarán en vuestra misión. La propia Asociación de Comunicadores de Biotecnología (ComunicaBiotec), o sociedades científicas como la SEBiot, pueden convertirse en un valioso recurso para vosotros. Con respecto a esta última, nuestras vías de comunicación son sencillas, tenemos una página web (www.sebiot.org) y un email de contacto (secretaria@sebiot.org) que os animo a utilizar cuando os parezca necesario. Estoy seguro de que os merecerá la pena.
Autor del artículo: Fernando Peláez, presidente de SEBiot.

Fernando Peláez, presidente de SEBiot