10 Dic ¿Qué tienen en común la comunicación y la biotecnología?
Tal vez, en alguna ocasión, te hayas formulado estas preguntas…¿Cómo convencerías a alguien de la importancia de la vacunación? Y si no saben en qué consiste… ¿Cómo van a saber que gracias a ella se pueden salvar vidas? Y ¿cómo concienciarías a una persona de que quizá los transgénicos no son tan malos como parecen?
A menudo el desconocimiento lleva a la desconfianza, y ésta a rechazar algo que, aunque pienses por simple ignorancia que es malo, en el fondo está ahí para ayudar a mejorar tu calidad de vida. Lo mismo ocurre con la biotecnología. Cuando me preguntan qué estudio y respondo que biotecnología, la primera reacción suele ser: “¿Y eso? ¿Qué es? ¿Para qué sirve?”
Parece que, a día de hoy, todos o casi todos estamos un poco más convencidos, debido a la pandemia que hemos vivido, de que las vacunas son necesarias y de que gracias a ellas se ha logrado reducir considerablemente el número de contagios y hospitalizaciones.
Un poco menos evidente puede ser preguntar a una persona a pie de calle los beneficios que pueden tener los transgénicos, ya que la palabra en una primera impresión incluso asusta. Y si explico que un diabético a día de hoy puede sobrevivir gracias a un producto transgénico… quizá hasta me prestes atención. Sí; este producto, como probablemente te estarás imaginando, no es otro que la insulina.
La falta de conocimiento no procede de la sociedad. Muchas veces somos los propios científicos o estudiantes de carreras de Ciencias quienes nos deberíamos preocupar de hacer llegar la ciencia a la sociedad de una forma más cercana. En la mayoría de ocasiones se desconocen las múltiples aplicaciones de una ciencia tan versátil como es la biotecnología. Más de una vez habrás desayunado unas tostadas, o habrás salido con tus amigos a disfrutar de unas tapas con una cerveza. Pero quizá nunca nadie antes te había contado, ni te habías parado a pensar, que el pan y la cerveza son productos biotecnológicos. Desde alimentos que aparecen en tu día a día, pasando por fertilizantes de carácter biológico que sustituyen a químicos, bioplásticos como el PLA que resulta menos contaminante y supone una buena alternativa a los plásticos derivados del petróleo, medicamentos biosimilares equivalentes en calidad, eficacia y seguridad a un medicamento biológico original de referencia -como el ya aprobado Avembmy, utilizado en múltiples tipos de cáncer como el colorrectal, de mama, de ovario, de pulmón, de células renales-… Esto son solo algunos de los productos que forman parte de esta gran familia que es la biotecnología.
Desde mi posición de estudiante, que empieza a adentrarse en este mundo de la biotecnología, pienso que hacer la biotecnología accesible acercándola a todas las personas de la sociedad es una forma excelente de poder concienciar a la población de que no hay progreso ni avances en la humanidad que no hayan ido o vayan de la mano de la ciencia.
Si ahora me preguntaran qué tienen en común la comunicación y la biotecnología, sin duda alguna respondería que comunicar -y por tanto, saber transmitir y hacer llegar conocimientos de los avances científicos- es un modo excelente de devolver a la sociedad la oportunidad de aprendizaje y conocimiento que previamente se nos ha dado.
Leyre Villuendas Jiménez
Estudiante de 4º del Grado de Biotecnología de la Universidad Europea de Madrid.
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