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Author: Juan Carlos Esteban

Pocas actividades tan esenciales para el ser humano como la agricultura, que supone proveernos de alimentos. La historia empieza precisamente cuando la especie se fija a un territorio y vive de la agricultura. Antes era cazadora / recolectora y nómada, y a partir de un momento se hace sedentaria, cultiva la tierra, y comienza a “asegurar” su alimentación.

La biotecnología, en cualquiera de sus colores, tiene aliados decisivos en los avances tecnológicos. Por ejemplo, en el Big Data y la Inteligencia Artificial, que son esenciales a la hora de realizar trabajos de investigación y de beneficiar la obtención de resultados. Mediante la aplicación de Big Data e Inteligencia Artificial la biotecnología puede mejorar los procesos agrícolas, ponerse al servicio –ya lo está haciendo- de la alimentación o convertir en ingredientes de producción los residuos de la industria alimentaria. Y las mejoras en otras ramas –o colores– son también notables.

La publicación Sanidad –El Economista, en su número de julio en el que informa de un reciente estudio llevado a cabo por IQVIA –compañía internacional de servicios de tecnología de información de salud e investigación clínica-, recoge que el 64% de medicamentos en desarrollo corresponde a la actividad de empresas biotecnológicas.

La biotecnología, como toda la ciencia, aporta evidencias que desmontan bulos, patrañas o fakes. Para quien esté dispuesto a escuchar, claro, porque hay muchos que no quieren dejarse convencer. Esto es aplicable a muchas facetas de la realidad, como por ejemplo la alimentación. Así se ha resaltado en la sesión “Biotecnología...

En este año 2022 la sociedad ha de asumir que la biotecnología ya contribuye de forma esencial a la medicina y que además el futuro de la medicina está marcado por la biotecnología. No es hablar por hablar, ni un simple eslogan que encierra una declaración de buenos deseos: lo ha demostrado la investigación realizada y las vacunas conseguidas contra la COVID-19.

La Unidad de Cultura Científica de la Universidad Complutense ha editado una “Guía de actuación para contrastar la información científica”. Es especialmente oportuna en estos momentos de infodemia, de auge de la posverdad, de “orgullo magufo” reivindicado por el movimiento anticiencia.

#biocomunica21, VII congreso anual de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología – ComunicaBiotec, se ha celebrado en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona con un formato mixto, presencial y online, y ha versado sobre la comunicación de la biotecnología ante una crisis global. Bajo esta temática general el congreso ha contado con la apertura (ver la foto) del presidente de la Asociación, el periodista José Antonio Plaza, y el director general de la Asociación Española de Biempresas (AseBIO), Ion Arocena. #biocomunica21 ha teenido el patrocinio y la colaboración de Zendal, Fundación Instituto Roche, Alive Comunicación, Empíreo  Diagnóstico Molecular y ASeBIO.

El VI Congreso de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (ComunicaBiotec) tiene programa final. BioComunica20 se celebrará el lunes 28 de septiembre de forma virtual, on line y gratuita, y tendrá como hilos conductores la gestión informativa y científica de la pandemia de COVID-19 y el manejo de la ética...

Tengo vivo el recuerdo del sufrimiento de un magnífico político de la transición, amigo maravilloso y de grandes dotes intelectuales, tras haber sufrido un ictus que le privó de la palabra. Comprendía todo lo que se le decía, pero era incapaz de emitir ningún vocablo. No poder comunicarse le provocaba...

La Asociación de Comunicadores de Biotecnología –ComunicaBiotec ha estado presente en una reciente reunión informativa, organizada por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en la que se ha hablado sobre la relevancia de los últimos avances de la terapia celular para la hematología, especialidad médica encargada de estudiar y tratar las enfermedades de la sangre.