26 Ene La biotecnología y las nuevas tecnologías
La biotecnología, en cualquiera de sus colores, tiene aliados decisivos en los avances tecnológicos. Por ejemplo, en el Big Data y la Inteligencia Artificial, que son esenciales a la hora de realizar trabajos de investigación y de beneficiar la obtención de resultados.
Mediante la aplicación de Big Data e Inteligencia Artificial la biotecnología puede mejorar los procesos agrícolas, ponerse al servicio –ya lo está haciendo- de la alimentación o convertir en ingredientes de producción los residuos de la industria alimentaria. Y las mejoras en otras ramas –o colores– son también notables.
Además, la aplicación de la tecnología es fundamental para lograr objetivos de sostenibilidad en los sectores biotecnológicos, facilitando el uso de productos más sostenibles y respetuosos con el entorno.
La importancia del uso de las tecnologías es tan importante que la Asociación de Empresas Biotecnológicas (AseBio), a mediados de 2022 incluyó en su página web un artículo titulado Computación e inteligencia artificial para una biotecnología del futuro, escrito por el experto Rafael Gozalbes.
Con estos criterios son mejorables la identificación de nuevas aplicaciones de secuenciación masiva miniaturizada, como la detección de resistencias antimicrobianas, los diagnósticos rápidos de contaminación, los estudios de la microbiota, la puesta a punto de nuevas metodologías para la estimación de la vida útil de productos basados en microorganismos vivos (probióticos, bioestimulantes, cultivos iniciadores) que permitan una simulación acelerada de vida útil, con el fin de acortar el tiempo de lanzamiento de productos.
También se incluyen las biofactorías, en particular las destinadas a la obtención de compuestos demandados por su valor añadido en dermocosmética y farmacia; las técnicas de inmovilización de microbiota intestinal y las técnicas para el análisis microbiológico de alimentos y otros productos mediante biología molecular y detección de ADN.
La utilidad de los datos
Trabajar en el ámbito de la biotecnología implica tener voluminosos conjuntos de datos que deben ser filtrados y analizados para que sean válidos y aplicables. Operaciones como la fabricación de fármacos, el análisis químico, los estudios enzimáticos y otros procesos biológicos deben estar respaldados por herramientas computacionales y tecnológicas que permiten obtener alto rendimiento y precisión, además de ayudar a reducir los errores manuales.
Según ha destacado recientemente el catedrático de Salud Pública Juan José Beunza en el programa de formación de la Fundación de la Sociedad Española de Directivos de la Salud, un alto porcentaje de las organizaciones relacionadas con estas actividades están invirtiendo en Big Data y en Inteligencia Artificial, con lo que supone para la investigación, tanto en biomedicina como en otros ámbitos biotecnológicos.
La Inteligencia Artificial es una de las tecnologías más útiles que ayudan a gestionar los procesos biológicos, la producción de medicamentos, la cadena de suministro, el tratamiento de gran volumen de datos, su análisis, y da lugar a conocimientos para cualquier campo en el que opere la biotecnología. Unos datos más útiles que facilitan la creación de procesos de trabajo y operaciones, mejoran la velocidad de rendimiento, la precisión de los procedimientos y hacen más eficiente la toma de decisiones.
Juan Carlos Esteban
